Algunos síntomas del embarazo1 se recuerdan más que otros, como las náuseas matutinas, la sensibilidad olfativa o el dolor de mamas. Los trastornos intestinales, en cambio, no se mencionan tanto. Debido a ellos, las mujeres sufren dolor de barriga en el primer trimestre y se preguntan si en realidad es el comienzo del embarazo lo que les provoca diarrea.

La noticia consoladora es que tanto el estreñimiento como la diarrea son síntomas frecuentes2 y que afectan hasta casi la mitad de las embarazadas. En principio, no es algo grave. Pero si persiste más de dos o tres días, es importante investigar más a fondo sus causas.

Las primeras semanas de embarazo son las más importantes para la formación del feto, por lo que cualquier enfermedad debe prevenirse o tratarse lo antes posible. La diarrea, al igual que las náuseas, deshidrata el cuerpo. A veces es necesario reponer los nutrientes con suero fisiológico, ya que supone un riesgo de parto prematuro y aborto espontáneo en las primeras etapas del embarazo.

Las causas de la diarrea varían y no siempre se atribuyen a motivos estrictamente hormonales. Por este motivo, es importante tener una dieta sana y evitar los alimentos crudos de origen desconocido como primera medida al principio del embarazo.

Las posibles causas de la diarrea en el embarazo

La variación de hormonas como la gonadotrofina coriónica humana (hCG) es la principal responsable de las molestias estomacales y de la hiperémesis gravídica. A menudo, los síntomas de disfunción gastrointestinal tienen doble efecto, y producen no sólo náuseas y vómitos, sino también diarrea. La solución en todos estos casos es el reposo y la hidratación. Hay que tener cuidado para que el cuerpo no deje de absorber el agua, las vitaminas y los minerales que son tan importantes para la salud de la embarazada y de su bebé.

Además, el organismo de las embarazadas es más sensible a los cambios. Algunos cambios dietéticos al principio del embarazo también pueden alterar el sistema digestivo. El resultado es una diarrea que “va y viene”. Las vitaminas prescritas durante el control prenatal, por ejemplo, pueden provocar este tipo de diarrea.

La diarrea causada por cambios en la dieta suele ser más leve y se resuelve por sí sola a medida que el cuerpo “se acostumbra” a la dieta. Sin embargo, en casos más prolongados de la enfermedad, puede ser un indicio de que la mujer ha desarrollado una intolerancia a ciertos alimentos. La cuestión es que en el embarazo, algunas mujeres desarrollan una mayor sensibilidad a sustancias que antes toleraban3 -según algunas investigaciones realizadas en Estados Unidos-. El uso de probióticos como los lactobacilos es bienvenido. La diarrea también puede deberse a una alteración de la flora intestinal. Los lactobacilos forman parte de la flora, por lo que, al restablecerse la flora intestinal, las molestias deberían desaparecer.

Infecciones

Nunca debemos olvidar que las intoxicaciones gastrointestinales son habituales a lo largo de la vida debido a cuerpos extraños que invaden nuestro organismo. Y en el embarazo no somos inmunes a esto. Las infecciones víricas o bacterianas también son responsables de la diarrea, y pueden provocar los mismos síntomas durante las primeras etapas del embarazo.

Las infecciones víricas suelen presentar síntomas como fiebre, escalofríos, dolores musculares y diarrea. Las bacterias nocivas, como las del género listeria, se encuentran en alimentos manipulados incorrectamente. Provocan enfermedades con síntomas como fiebre, náuseas y diarrea, a veces acompañados de un intenso dolor de cabeza. Por eso es muy importante cuidar la procedencia de los alimentos. Evita consumir alimentos crudos sin saber si han sido esterilizados correctamente.

Exámenes y tratamiento

Si la embarazada va al baño más de tres veces al día durante más de dos días, es posible que ya esté sufriendo deshidratación. Lo ideal en estas condiciones es consultar al médico, que puede recomendar el mejor tratamiento y pedir pruebas. Si las heces se vuelven poco a poco líquidas o la diarrea viene acompañada de mucosidad o sangre, debe buscar atención médica de inmediato.

IMPORTANTE: Es importante no automedicarse nunca. Los antibióticos sólo son necesarios en casos de infección bacteriana grave, y sólo un médico puede recetarlos. Muchos medicamentos no están indicados en el embarazo porque son peligrosos para el bebé.
La dieta recomendada para casos de diarrea incluye:

  • Beber mucha agua (2 litros al día) y zumos
  • Líquidos y cocidos
  • Alimentos líquidos y cocidos durante el día, como caldos y sopas
  • Alimentos que contengan potasio y sodio, como los plátanos y el agua de coco
  • Fruta sin pelar (los plátanos y las manzanas son estupendos para favorecer el tránsito intestinal)
  • Evitar los frutos secos
  • Puré de verduras cocidas: zanahorias, patatas, calabaza, chayote, boniatos, calabacines
  • Opta por carnes magras, como el pollo
  • Hidratos de carbono: arroz blanco, pasta hervida o maíz
  • No comas fritos ni pescado crudo