Embarazo psicológico… ¿quién no ha oído hablar de él? El deseo de una mujer que quiere ser madre con mucha intensidad puede ir mucho más allá de quererlo. Este deseo se puede manifestar en el cuerpo, incluso físicamente. Así que el embarazo psicológico no es algo que esté solamente en la cabeza, puede transformar un cuerpo sin que la mujer esté realmente embarazada. Pero, ¿qué desencadena un embarazo psicológico y cómo podemos reconocer las señales?

Síntomas del embarazo psicológico

Hay mujeres que pasan semanas e incluso meses sintiendo un embarazo que físicamente no existe. Este embarazo puede traer consigo síntomas como malestar, náuseas, sueño, hambre, falta de menstruación, alteración de hormonas  y todos los demás síntomas propios de un embarazo.

El embarazo psicológico es en realidad un trastorno psicológico1 y es cada vez más común en estos días a pesar de toda la información disponible. Recientemente se han dado a conocer en los medios de comunicación varios casos en los que sólo se descubre el embarazo psicológico en el momento del parto. Incluso las mujeres pueden desarrollar este trastorno con una gran barriga. ¡Es increíble cómo lo psicológico influye en lo físico!

¿Cómo es posible tener síntomas sin embarazo?

La influencia para que aparezcan los síntomas comienza con la estimulación de la hipófisis, el lugar del cerebro que libera todas las hormonas del cuerpo. Esto explicaría la mayoría de los síntomas, como por ejemplo que los pezones sean más oscuros, un síntoma común en el embarazo real. Si se confirma el embarazo psicológico, el médico puede intervenir con medicación para inducir la menstruación y puede recomendar tratamiento con psicólogos, e incluso antipsicóticos en los casos más graves.

¿Quién puede desarrollar un embarazo psicológico?

Las mujeres con problemas para concebir son más propensas a desarrollar un embarazo psicológico. También lo son las mujeres con problemas como ovarios poliquísticos, endometriosis o incluso infertilidad no aparente.  Estos problemas pueden causar tanta frustración que puede aparecer el embarazo psicológico.

El desequilibrio emocional que causa la ansiedad por quedar embarazada o haber tenido un aborto reciente puede desencadenar este tipo de trastorno. Las mujeres que están intentando concebir deben intentar mantener la cabeza despejada y saber que no todos los síntomas deben tomarse al pie de la letra como si realmente se tratara de un embarazo2.

Saber diferenciar los síntomas es fundamental y necesario para evitar angustiarse demasiado. Los matrimonios que tienen problemas pueden provocar un embarazo psicológico. Quizás pensar con tanta fuerza que un hijo pueda salvar la relación podría provocar un embarazo psicológico. Los síntomas del embarazo psicológico son idénticos a los del embarazo, aunque sean causados por el gran deseo de ser madre o incluso por el miedo a quedar embarazada. Reconocer los verdaderos síntomas de un embarazo de este tipo es relativamente sencillo..

Para identificar un embarazo psicológico, basta con que la propia mujer o las personas de su entorno presten atención a los signos para darse cuenta de la ausencia de un embarazo real. Para detectar los síntomas de un embarazo psicológico, basta con un simple examen físico. ¿Un embarazo psicológico da positivo? No, por eso un test beta HCG para comprobar la presencia de HCG (una hormona exclusiva del embarazo) y una ecografía pueden despejar la duda de si existe o no un embarazo real3.

El relato de una lectora sobre el embarazo psicológico

La lectora “María”, que no desea ser identificada por su nombre real, nos cuenta un poco sobre el embarazo psicológico que sufrió a los 22 años.

“Mi vida iba muy bien hasta que me di cuenta de que estaba embarazada luego de tener relaciones sexuales sin preservativo con mi novio. Estaba tan asustada que terminé tomando la pastilla del día después para evitar el embarazo.

Al cabo de una semana empezaron los síntomas y continuaron durante unos dos meses. Aunque el análisis de sangre dio negativo, no podía convencerme de que no estaba embarazada.

Siempre pensé que el resultado era erróneo. Acudí a un médico que me ordenó una ecografía y se descubrió que a pesar de un vientre prominente no había embarazo. Fue recién ahí que me sentí aliviada y tres o cuatro días después me vino la regla y cesaron los síntomas.”

Al igual que María, muchas mujeres tienen síntomas que son iguales a los del embarazo, pero para saber si realmente están embarazadas, acuden al médico.

La investigación es la mejor manera de salir de la duda de un embarazo psicológico. Corresponde a los familiares prestar atención y apoyo a la mujer que atraviesa por un embarazo psicológico, ¡porque no es fácil! Incluso el diagnóstico correcto puede causar sufrimiento y frustración porque no es un embarazo real. Es importante el apoyo y el cariño que se puede dar durante esta fase.