Durante el embarazo, la mujer se somete a varios exámenes para asegurarse de que todo vaya bien con el desarrollo del embarazo y que tanto ella como su bebé estén en buen estado de salud. Uno de estos exámenes es el de ferritina, y es de suma importancia.

Pero antes de hablar sobre la ferritina durante el embarazo, vamos a entender un poco más sobre esta proteína y las razones de su elevación o disminución.

¿Qué es la ferritina?

La ferritina1 es una proteína intracelular cuya principal función es almacenar hierro, especialmente en el hígado, y liberarlo de manera controlada.
En otras palabras, la ferritina actúa como un regulador que nos ayuda a controlar niveles altos o bajos de hierro en el cuerpo. Para que te des una idea, en una sola molécula de ferritina hay aproximadamente 4.500 átomos de hierro.

El resto de este mineral está presente en la hemoglobina de la sangre, la proteína que forma los eritrocitos o glóbulos rojos.

¿Cuál es la importancia de la ferritina en el embarazo?

La ferritina durante el embarazo es responsable del almacenamiento de hierro en el cuerpo de la mujer embarazada, el cual será utilizado tanto por su cuerpo como por el de su bebé.
El hierro se transfiere al bebé a través de la placenta, y es esencial que la futura madre tenga suficiente de este mineral para evitar el riesgo de desarrollar anemia.

La anemia2, es una condición que debe evitarse, especialmente durante el embarazo, ya que el cuerpo de la madre está adaptándose para sostener a otro ser en desarrollo.

Los análisis de sangre de una mujer saludable en edad fértil suelen mostrar un promedio de 40 mg de hierro por kg de peso corporal. Los niveles de ferritina en mujeres no embarazadas varían entre 4 a 161 nanogramos por ml, mientras que los niveles promedio de ferritina durante el embarazo son muy variables y oscilan entre 10 a 85 nanogramos por ml. Por supuesto, un valor por debajo de este rango es motivo de preocupación.

Ferritina baja en el embarazo – Anemia

Es raro que los niveles de ferritina aumenten durante el embarazo debido a razones fisiológicas. Si hay una deficiencia, se puede recomendar un suplemento a la futura madre, así como cambios en su dieta para incorporar alimentos bio-disponibles ricos en hierro, como carnes, huevos y pescados.
En las últimas semanas del embarazo, los niveles de ferritina pueden disminuir drásticamente, ya que el bebé utiliza casi todas las reservas para completar su desarrollo intrauterino, aunque esto no es motivo de alarma.

Síntomas de ferritina baja – los síntomas incluyen:

  • Debilidad
  • Dolor de cabeza
  • Irritabilidad
  • Fatiga
  • Cansancio
  • Dificultad para realizar ejercicios
  • Trastornos del apetito (deseo de comer tierra, por ejemplo)
  • Síndrome de piernas inquietas

Ferritina alta en el embarazo – Exceso de hierro en la sangre

La ferritina alta es un valor que normalmente no ocurre con frecuencia durante el embarazo, pero aún se puede observar en ciertas situaciones. Los niveles elevados de ferritina en el embarazo pueden estar relacionados con condiciones de inflamación.

También pueden surgir debido a enfermedades crónicas como artritis reumatoide, hemocromatosis, talasemia, anemia megaloblástica, así como en ciertos tipos de tumores.

En definitiva, esta condición es preocupante, especialmente durante el tercer trimestre, donde las altas concentraciones de ferritina en el embarazo pueden causar problemas para el bebé.

Esta afirmación está respaldada por un estudio observacional publicado por el Oxford Journal. La investigación involucró a 514 mujeres embarazadas, no anémicas, entre 28 y 30 semanas de gestación, sujetas a mediciones de ferritina en el embarazo, con el objetivo de identificar riesgos patológicos, tanto para la madre como para el feto.

El estudio no descubrió complicaciones para la madre pero mostró un mayor riesgo de eventos adversos para el bebé. Hubo una diferencia entre mujeres en su primer embarazo y aquellas que ya tenían hijos.

Con una mayor presencia en el segundo grupo, la hiperferritinemia se asoció con riesgos leves y graves. En el primer grupo, se notó el riesgo de parto prematuro, inclusive el riesgo de asfixia neonatal.

La concentración de ferritina en el embarazo también resultó ser inversamente proporcional al peso del recién nacido, es decir, la hiperferritinemia provocaría el nacimiento de niños con bajo peso3.

Estos resultados, aunque requieran un análisis más detallado, sugieren revisar las posturas actuales sobre la suplementación de hierro en mujeres embarazadas no anémicas.

Causas de la ferritina alta en el embarazo

Las causas que pueden conducir a este tipo de problema son diversas, y por eso es fundamental conocer estos valores para actuar adecuadamente, si es necesario.

Lo normal en el embarazo

Generalmente, el embarazo viene acompañado del problema opuesto, es decir, una disminución, en algunos casos drástica, de los niveles de ferritina.

Esto se debe a que, durante todo el período de gestación, la ferritina se consume a ritmos decididamente más altos y, por lo tanto, nuestro cuerpo, aunque intenta integrar esta partícula con la dieta, no encuentra lo suficiente para mantener los niveles estables.

Esta es una condición común, pero algunas mujeres pueden experimentar niveles muy bajos de ferritina durante el embarazo.

Síntomas de la ferritina alta

La ferritina en el embarazo, incluso cuando está por encima de los niveles de reserva, a menudo no muestra síntomas. Para detectar su presencia, es necesario realizar análisis de sangre que incluyan:

  • Hierro sérico
  • Saturación de transferrina
  • Hemograma completo
  • Reticulocitos
  • Transaminasa
  • Colesterol, triglicéridos, azúcar en la sangre, uricemia

Sin embargo, en otras personas puede causar:

  • Cansancio
  • Debilidad
  • Impotencia
  • Pérdida de peso
  • Dolor en las articulaciones
  • Caída del cabello
  • Alteraciones en los ciclos menstruales
  • Arritmias
  • Hinchazón
  • Atrofia testicular

¿Cuáles son los niveles de reserva de la ferritina?

Los niveles que podemos considerar dentro de los valores ideales para el examen de ferritina oscilan entre 70 y 200 ng/ml. Estos son niveles considerados bastante estables, incluso durante el período de gestación.

¿Existen tratamientos adecuados para la ferritina alta?

Si se detectan niveles muy elevados de ferritina en el embarazo, es absolutamente necesario discutirlo con el ginecólogo y hematólogo, quienes probablemente indiquen exámenes detallados.

En la mayoría de los casos, el tratamiento se realiza con:

  • Extracciones periódicas de sangre, que obligan al cuerpo a un mayor consumo de ferritina para equilibrar los niveles de hierro;
  • Dieta que incluye sustancias quelantes, como las encontradas en legumbres y cereales integrales, donde el contenido de hierro es decididamente más bajo.

En cualquier caso, no es común la indicación de medicamentos o terapias de naturaleza farmacológica.