Cualquier mujer embarazada se aterroriza cuando oye pronunciar estas cuatro palabras juntas: “desprendimiento del saco gestacional”. El saco gestacional es el lugar donde crece el bebé, está protegido y suele ser la primera estructura visible del embarazo. El saco se forma incluso antes de que el embrión pueda visualizarse en una ecografía, normalmente en la cuarta o quinta semana de embarazo. Su desprendimiento es grave, ya que es una pieza fundamental para el funcionamiento correcto del embarazo. El saco gestacional debe permanecer fijado a la pared uterina por la seguridad del bebé1.

¿Cuándo es mayor el riesgo?

El riesgo es constante en el primer trimestre de embarazo, aumenta cuando se producen bajadas hormonales o algún impacto en el vientre de la embarazada, y genera un hematoma o riesgo de aborto por desprendimiento. Cabe destacar que es común confundirlo con los términos desprendimiento de placenta o desprendimiento ovular2. Son problemas diferentes pero que requieren prácticamente los mismos cuidados para su tratamiento. A las 6 semanas de gestación aún no hay placenta, ya que ésta se forma a partir de la semana 10 de embarazo.

¿Qué es el desprendimiento de saco gestacional?

El desprendimiento del saco gestacional puede no ser un desprendimiento, ¿lo sabías? De hecho, el desprendimiento del saco gestacional tiene un nombre muy complejo en medicina: hematoma subcoriónico3. El desprendimiento del saco gestacional se produce básicamente por una acumulación de sangre entre el saco y la pared del útero donde estaría adherido. La gravedad de este episodio puede provocar un aborto espontáneo.

¿Cuáles son los síntomas del desprendimiento del saco gestacional?

El desprendimiento del saco gestacional puede tener diversos grados y síntomas más o menos intensos, pero básicamente son los mismos de una mujer a otra.

  • Dolor y calambres abdominales intensos o leves.
  • Sangrado de color rojo brillante o marrón

¿Cómo se diagnostica?

Generalmente, los síntomas hacen que la mujer acuda a urgencias; al fin y al cabo, cuando se produce una hemorragia durante el embarazo, se enciende una luz amarilla como señal de alarma: algo va mal. Pero un diagnóstico preciso del desprendimiento de la bolsa sólo es posible con una ecografía para detectar el motivo de la hemorragia.

¿Cómo tratar el desprendimiento?

Una vez diagnosticado el hematoma y su tamaño, el tratamiento para el desprendimiento se realiza con la hormona progesterona y reposo relativo. Se evitan los excesos, pero se mantiene la rutina.

También se aconseja que las mujeres con un saco gestacional desprendido beban mucho líquido, eviten tener relaciones sexuales y no hagan esfuerzos físicos durante la recuperación. Normalmente, el desprendimiento del saco se resuelve con la ayuda de medicación. La mayoría de las mujeres que tienen un hematoma desprendido pueden llevar el embarazo a término sin mayores problemas..

Tras 15 días de reposo relativo, la embarazada debe repetir la ecografía para saber si el desprendimiento del saco gestacional está mejorando y descartar una posible amenaza para el embarazo. Recuerda: si observas cualquier signo de sangrado brillante o marrón, acude a tu médico o a urgencias lo antes posible. El desprendimiento del saco gestacional es algo perfectamente manejable y puede ser sólo un susto al principio del embarazo.

Preguntas de los lectores:

¿El desprendimiento ovular puede causar desprendimiento de placenta?

No. El desprendimiento ovular es algo que ocurre al principio del embarazo. El desprendimiento de placenta se produce hacia el final. No necesariamente quienes han tenido desprendimiento ovular tendrán desprendimiento de placenta.